El despertar de los vinos ingleses

Pocos consumidores saben que en Reino Unido se produce vino desde la época de los romanos, que llevaron las primeras viñas al país, aunque la producción regular de vino, a diferencia de otros países europeos, no se desarrolló como tal hasta el S. XX.

Es en la década de 1940 cuando las plantaciones de nuevos viñedos y la producción de vino se toma en serio. A finales de los 80, la producción de vino espumoso se convierte en bandera de la producción vinícola del país impulsando una nueva y atractiva industria que se nutre hoy de 3.800 ha plantadas.

El “despertar” del vino en Reino Unido se debe a dos razones principales; por un lado, el vino es una bebida culturalmente consolidada en este país. Cuando visitas cualquier supermercado en el Reino Unido encuentras una gran oferta de vinos de Francia, Italia, Chile, Nueva Zelanda, Sudáfrica, EE. UU y más. Los británicos aman el vino, tienen un paladar variado y su sector profesional y comercial es maduro y está bien formado.

Por otro lado, el cambio climático está permitiendo que la viticultura se desarrolle en regiones más cercanas a los polos. En este sentido, los viñedos británicos (ubicados entre los 51 y 53 grados de latitud) ya son capaces de producir una buena materia prima para elaborar vinos de calidad superior. Con este contexto, era cuestión de tiempo el que las inversiones y los proyectos de emprendimiento para elaborar y comercializar vino nacional se pusieran en marcha.

¿Qué factores naturales y variedades están en la base de su desarrollo?

Las largas horas de luz durante la temporada de crecimiento permite una maduración lenta de la planta, dando tiempo a las uvas para que desarrollen aromas y sabores complejos. También los suelos donde se han plantado más viñedos tienen un alto contenido de caliza y arena, lo que proporciona un buen equilibrio para la retención y drenaje de agua durante los periodos más húmedos.

Oficialmente hay en el país 66 variedades distintas, pero las más plantadas, sobre todo desde los años 80, son las fancesas de la región de Champagne: Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Menier, que ocupan más de un 70% del viñedo. También encontramos otras variedades, algunas de ellas cruces o híbridos, como la Bacchus, Seyval Blanc, Ortega o Solaris. La razón de tener un porcentaje alto de variedades híbridas es que la mayoría de ellas se adaptaban mucho mejor al frío y la humedad del país, sin embargo ahora, las variedades francesas, también muy apropiadas para regiones frescas, ya son una opción real para el viñedo. Por contra, otras variedades clásicas del norte de Europa (como la Riesling, Gruner Veltliner o la Chenin Blanc) no las encontramos aún en Reino Unido dado que éstas necesitan veranos un poco más cálidos para madurar adecuadamente.

Las temperaturas medias durante los meses de crecimiento de las uvas (entre abril y octubre) son de 14,1º C, sólo 6 décimas más bajas que las de Champagne. Si comparamos el número de días que las uvas necesitan para madurar (desde la floración hasta la vendimia) la media es de 100 días en Reino Unido, un ciclo bastante corto, pero no tan alejado de los 85/90 días de media que que en la actualidad tiene Champagne. Lo interesante de este dato es que estas cifras de Reino Unido son las que tenía la región francesa hace 30 años, dando muestra del cambio climático.

Por supuesto que también hay problemas con la meteorología, cada vez más irregular, con exceso de heladas y granizo algunos años. Los riesgos de pérdida y reducción en las cosechas está a la orden del día, como está ocurriendo en toda Europa.

¿Cuáles son los estilos de vinos predominantes?

La gran mayoría del vino que se elabora, unos dos tercios, es espumoso del Método Tradicional, con una segunda fermentación en botella, seguido por otro tipo de espumosos, como el Pet-Nat o -en la gama más sencilla- los que se hacen con carbónico añadido. También se elaboran vinos tranquilos, sobre todo rosados (algunos con aguja), seguidos por blancos y tintos ligeros. Las uvas tintas mayoritarias, las dos Pinot, son variedades de piel muy fina, y por tanto no es frecuente encontrar vinos tintos ingleses con mucho color ni taninos, pero sí afrutados y expresivos.

La mayoría de la producción se orienta a vinos de calidad en una gama de precios media-alta, consiguiendo buenas elaboraciones, debido en gran medida a las importantes inversiones en equipamientos y al buen trabajo en el viñedo. Poca cantidad y máxima calidad.

¿Cómo se están comercializando los vinos?

Las 3.800 hectáreas del viñedo británico y sus 195 bodegas actuales se encuentran sobre todo en el sureste de la isla. Se ha adoptado el sistema de clasificación europeo de Indicaciones Geográficas para proteger sus productos. Actualmente existen tres Denominaciones de Origen: English Wines, que incluye toda Inglaterra, Welsh Wine, para los vinos producidos en Gales, y Sussex Wines formalizada hace pocas semanas, en Junio de 2022.

En el aspecto comercial hay dos ejes importantes, por un lado el enoturismo, con casi un 50% de bodegas ofreciendo experiencias como visitas a viñedos y gastrobares. Y por otro, una clara apuesta por su propio mercado interno donde se vende el 96% de todo el vino. Algunas bodegas exportan parte de su producción, pero la situación comercial debido al Brexit y la competencia de precios hace que la exportación sea una apuesta de medio-largo plazo en la actualidad.

La producción anual en el 2021 ha sido de 9,3 millones de botellas y se espera que su producción siga aumentado pues no existen limitaciones legales para la plantación de viñedo, como ocurre en otros países europeos. De hecho, en los últimos 5 años, las plantaciones han crecido un 70%, probablemente el crecimiento relativo más alto y rápido del mundo. Eso sí, los costes, empezando por el precio de la tierra y las instalaciones necesarias, requieren de inversiones importantes, que además de capitales británicos están siendo aportadas por algunas grandes Maisons de Champagne… lo cual no es causal.

En nuestro país no es fácil encontrar aún vinos de Gran Bretaña, aunque se pueden conseguir alguno de bodegas como Nyetimber, Gusborne, Domaine Evremond (de Taittinger), Langham Estate o Ancre Hill Estate. ¡No perdáis la oportunidad de probarlos y contadnos vuestra opinion sobre ellos!

By Teresa Guilarte, DipWSET

Comparte este artículo en:

Leave A Comment