Vinos que están revolucionando Navarra

Aunque no es nuevo, sí comienza a ser urgente mostrar una mirada más amplia sobre los vinos de Navarra y empezar a desterrar algunas ideas demasiado generales que desde hace tiempo les acompaña de vinos rosados, tintos potentes y mucho volumen.

Esta es una de las principales conclusiones que nos dejó Pilar García-Granero (enóloga, ex-presidenta del Consejo Regulador de la DO Navarra y actual coordinadora del Master de Sumillería y Enomarketing del BCC) durante el monográfico “Los desconocidos vinos que están revolucionando Navarra” que impartió en Bilbao, organizado por nuestra Escuela de Vino, Artean Wines.

Durante la sesión, además de hacer un breve recorrido por la historia de la vid en Navarra y una explicación de las características que tienen cada una de las cinco zonas productoras de la Denominación, nos compartió algunas reflexiones interesantes sobre la evolución que el mundo del vino ha tenido. “La viña siempre ha sido viajera, sobre todo en una región de tránsito como Navarra, con el Camino de Santiago como eje vertebrador de intercambios desde hace siglos…pero si no tienes una variedad autóctona y diferencial, hoy en día no te comes un colín porque además, los grandes vinos tienen paisaje “. También nos desgranó lo que para ella son las actuales tendencias en las que hay que seguir profundizando: reivindicar la Garnacha como variedad prioritaria y los vinos de parcela, apostar por variedades blancas propias y con gran potencial como son la viura y la garnacha blanca, elaborar tintos más frescos y ligeros en los que la madera y los taninos no esté tan marcados y apostar por rosados con capacidad de guarda así como nuevas elaboraciones, sin que esto suponga abandonar los rosados de toda la vida.

Para ejemplarizar sus palabras, la enóloga dirigió la cata de ochos vinos que sirvieron como muestra de las nuevas tendencias. Comenzó con 25 Vendimias 2020 de la Bodega Nekeas, un monovarietal de Garnacha Blanca del que se han hecho 5.500 botellas este año, con muy buena acidez, sutil y persistente en aromas de hinojo y flores. Un vino muy fresco y largo. Le siguió Naturaleza Salvaje 2021 de la Bodega Azul y Garanza, de la zona de Ribera Baja a los pies de las Bardenas, elaborado con una maceración de 5 días en sus pieles, con un paso de 6 meses en ánfora y luego madera usada, lo que le aporta una buena nariz con notas de infusiones de hierbas aromáticas y flores. Un vino estructurado y cremoso.

A continuación presentó dos vinos de la Bodega Chivite, Las Fincas Rosado Fermentado en Barrica de 2018, sin etiqueta de la DO pues está elaborado por prensado directo, es un cien por cien Garnacha con 14º muy bien integrados y con color muy pálido en gama salmón/coral al estilo de los vinos de La Provenza. Mostraba claras notas de fruta roja fresca y fondo de especias persistente. Un vino delicado y elegante. De la misma bodega, Fincas Legardeta Syrah 2018, un ejemplo de que la Syrah puede ir más allá de la pimienta negra y el regaliz, revelaba mucha fruta roja y negra, uso delicado de la barrica y notas cremosas y especiadas. Vino intenso en boca pero sin saturar.

Siguiendo con variedades internacionales comentó Pago de Otazu Merlot y Cabernet Sauvignon 2019, con buena madurez y delicadeza al estilo bordelés, se podían percibir los rasgos clásicos de pimiento, menta, balsámicos y frutas negras y rojas, con taninos bien pulidos por uso razonable de la madera. Vino con buena estructura y equilibrio. A continuación cató Señora de las Alturas Garnacha 2019 de la Bodega Viña Zorzal, elaborado con garnachas centenarias de la zona sur de Navarra, procedente de un viñedo de secano donde la garnacha vieja puede dar vinos de mucho nivel. Los claros sabores de guindas y ciruelas se integraban perfectamente con su carácter terroso y mineral. Vino con mucha tensión y viveza en boca.

Los últimos vinos programados fueron otros dos magníficos ejemplos de Garnachas. El Yesal Garnacha Centenarias 2017 de Luis Moya Tortosa, procedente de un viñedo con suelo de color casi blanco por su composición de caliza y yeso, y que contribuye al nombre del vino, revelaba mucha cereza madura, monte bajo, tomillo, jara, romero… y un equilibrio que ocultaba sus 15º de alcohol. Como su elaborador, el vino es una muestra de autenticidad y pureza. El octavo vino fue un parcelario de San Martín de Unx, Finca La Sierra Garnacha 2016 de Proyecto Unsi, que reflejaba su paisaje de monte y hierbas aromáticas, grafito, especiado y con una evolución de 5  años, que se hubiera podido alargar para un mayor goce futuro. Un vino complejo y elegante.

Para terminar y fuera de programa, Pilar nos permitió disfrutar de un vino elaborado por ella misma en el 2005, de viñedos viejos que lamentablemente ya no existen, pues fueron arrancados para la construcción de una carretera poco después de aquella añada. Un vino llamado La Viña del Gato, en honor al nombre de aquel viñedo, 100% Garnacha. Lo elaboró en barricas de roble francés, parte nueva y parte usada, el vino necesitó de los primeros 10 años para poder domar el tanino y la intensidad que tenía. Ella misma lo decantó para evitar los posos naturales y a temperatura ligeramente fresca. El vino de color teja mantenía buena boca, con muy buena acidez, notas de cierta oxidación, frutas secas, especias, cueros y chocolate.

¡Gracias Pilar por tu generosidad, pasión, frescura y por mostrarnos que la Garnacha también sabe envejecer!

By  – Artean Wines

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